Cuando una mascota fallece, es difícil aceptar su ausencia. Para muchas personas, las mascotas son miembros de la familia, y su pérdida es un proceso muy personal y doloroso. En Ánima Eterna, creemos que una forma hermosa y simbólica de honrar su memoria es transformando sus cenizas en vida a través de la plantación de árboles y plantas. Este acto no solo crea un homenaje duradero y casi eterno, sino que también permite que la energía de esa mascota pueda renacer. De esta forma floreciendo en la naturaleza, contribuyendo con el ciclo de la vida. Pero, ¿qué sucede con las cenizas de una mascota cuando de plantan? ¿Afecta de alguna manera al crecimiento de la planta? Acompáñanos para explorar juntos el proceso detrás de este homenaje que permite que siga el ciclo de la vida, vinculando el final de una con el inicio de otra.
El significado de plantar las cenizas
Cuando las cenizas de una mascota se plantan, se produce una conexión espiritual y simbólica única. Es una forma tangible de honrar su memoria y todos los recuerdos bellos que tenemos junto a ella. Además de ser un hermoso homenaje, que se convierte en un lugar de paz y reflexión, contribuimos en el ciclo continuo de la vida. Nos recuerda que la energía y el legado de nuestra mascota sigue floreciendo entre la naturaleza, brindándole una manera de renacer.
El concepto de ciclo de la vida está profundamente arraigado en muchas culturas, en las que se cree que la muerte no es un final, sino una transición hacia otra forma de existencia. Desde Ánima Eterna, sentimos que cada nueva hoja que brota y cada flor que emerge, es un recordatorio de la vida de esa mascota, una risa, un abrazo, una historia, un recuerdo… La energía y el impacto que tuvo su vida en las nuestras sigue presente en forma de planta o árbol.
Cómo afecta a la planta o árbol
Más allá del significado emocional y simbólico, plantar un árbol utilizando las cenizas de una mascota tiene un impacto positivo en el medio ambiente. Los árboles son esenciales para la salud del planeta, y al plantar uno en memoria de tu mascota, estás contribuyendo a la sostenibilidad y al bienestar del ecosistema.
Es necesario saber que las cenizas de una mascota surgen a raíz del proceso de cremación de las mascotas. Al igual que los humanos, las altas temperaturas provocan que los fragmentos óseos se pulvericen en una sustancia similar a la ceniza, compuestas principalmente por minerales como:
- Calcio
- Potasio
- Fósforo
- Sodio
Si bien, estos elementos pueden parecen fertilizantes naturales, la realidad es que no lo son, de hecho, podrían dificultar la absorción de algunos nutrientes de las plantas si no se manejan adecuadamente. Esto se debe a su alto pH, siendo demasiado alcalino, y a su exceso de sales, que pueden inhibir el desarrollo de las raíces.
Por todo ello, en Ánima Eterna utilizamos cápsulas específicas que permiten el crecimiento y la nutrición normal de la planta o árbol elegido, preservando así las cenizas y las raíces en un estado óptimo. Sabemos que el ciclo de la vida es un recordatorio constante de que todo está conectado. Al plantar un árbol o una planta junto con las cenizas de nuestra mascota, estamos transformando el dolor de la pérdida en un acto de renacimiento y continuidad. No solo estamos recordando a nuestras queridas mascotas, sino que también estamos creando un legado vivo que continuará prosperando en la naturaleza.
Creemos que esta es una manera única y significativa de honrar a las mascotas que han sido parte de nuestra vida, al mismo tiempo que contribuimos a un mundo más lleno de vida. Plantar un árbol o una planta es un tributo que crece, florece y se mantiene vivo al igual que los recuerdos de nuestras mascotas.
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